26 de febrero de 2011
Los abuelos decían que se nace para morir y se muere para vivir.
Hoy decidí pasar el día en Playa Carrillo manejar casi 3 horas de la playa donde estaba y pasar el día en un lugar distinto.
Estuve ahí toda la mañana cuando decidí sentarme en un “pollo” a la orilla de la playa a leer y contemplar el paisaje.
Llegaron
unos extranjeros y me dijeron que si se podían sentar a mi lado,
empezamos a conversar de la playa, de lo lindo del mar, el frío que
había en su país en este momento, además de contarme que vienen todos
los años por una semana a pasar vacaciones a Costa Rica.
Se me
ocurre decirles: “y Monteverde?, ya conocen Monteverde?” a lo que ellos
responden: “Claro! Un paraíso!” y agregan: “ Además esta el mejor cheff
y restaurante que hemos conocido, un español que se llama Valentín y es
el chef del restaurante de Monteverde Lodge!”

…
No quise decir nada más! Solo quedarme con aquella sensación de dolor y
orgullo simultáneos de saber que hay un legado que todos dejamos en la
vida. Cuando dejas de respirar no hay títulos, ni maestrías, ni bonos,
ni cuentas bancarias que valgan (como escuche decir a un pastor un día
de estos) cuando dejas de pertenecer a este mundo solo se queda lo que
fuiste en escencia, por lo que te van a recordar siempre!
Que
orgullo debe de haber sentido Valentín desde donde este al escuchar
estas palabras de estos señores! Y que ejemplo y lección fue para mí
saber que tengo (porque aun cuanto con él a través de su legado) un
amigo a quien la gente siempre va a recordar por todo lo bueno que hizo,
por lo buena persona que era; pero sobre todo porque es el mejor cheff
que hemos conocido!
MIZPAH VALENTIN!
Derechos Reservados - Helen Goldberg©
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